La música es la mejor garantía de viajes

El mundo de la música es uno de los más especiales de todos cuantos existen. No es un trabajo cualquiera ni mucho menos. Se trabaja de una manera diferente a la que se sigue en cualquier otro sector, se realizan viajes de un corte diferente y el éxito también llega de una manera distinta a la que podría llegar en otros aspectos de la vida. No hay otro mundo como el de la música. Y por eso quiero acercaros a él desde el punto de vista de alguien que ha seguido muy de cerca cómo ha sido la vida de un músico profesional.

Tengo un familiar, en concreto un sobrino llamado Daniel, que ha sido un experto en todo lo que tiene que ver con el piano. Es un músico que goza de fama en muchos lugares del mundo y que toca en sitios exclusivos y a los que suele acudir gente de clase alta. Está claro que llegar hasta ahí no ha sido nada sencillo y que le ha requerido de un enorme esfuerzo, pero la realidad ha sido precisamente esa y que ha sido precisamente ese esfuerzo lo que le ha llevado a tener una carrera que para sí quisieran muchos de los profesionales de este sector.

Desde que era bien pequeño, Daniel empezó a encontrarse interesado en todo lo que tenía que ver con la música. Le llamaba la atención este mundo y pronto empezó a valorar diferentes alternativas para poder disfrutar en primera persona del mundo de la música. Empezó con la batería y continuó con los instrumentos de cuerda, como lo fueron la guitarra y el bajo. Pero lo que sin duda le comenzó a llamar mucho la atención con el paso de los años fue el piano. Además, se le daba realmente bien para su edad, aunque tampoco le suponía un problema cualquier otro instrumento que se le pusiera por delante.

Daniel decidió apostar firmemente por el piano y rápidamente empezó a buscar maneras de perfeccionar su técnica. Aunque él tenía facilidad con un instrumento como este, ya sabéis que para llegar a ser alguien top a veces necesitas a una persona que te pueda dar consejos o tips para llegar al siguiente nivel. Una de las opciones que apareció en su horizonte fue la de Clases de Piano, liderada por una profesora llamada Kristina y que procede de una de las grandes cunas de un instrumento como este, Rusia, lo que es una garantía absoluta de conocimiento. Esta fue la base de un montón de viajes que vendrían después y que tanto a Daniel como a mí nos iban a permitir conocer mucho mundo.

El caso es que Daniel reforzó sus conocimientos de una manera bastante interesante en el tiempo en el que estuvo asistiendo a esas clases. Comenzó a tocar más deprisa, diferentes estilos musicales y con mayores dosis de seguridad, un conjunto de cosas que desde luego tienen todas las personas que se dedican de una manera profesional a la música. Fue en estos momentos cuando todos y cada uno de los miembros de su familia nos empezamos a dar cuenta de que podíamos estar delante de un genio.

A Daniel no le importó en absoluto que tuviéramos esa sensación, porque no se relajó y continuó trabajando y perfeccionando su estilo. Empezó a dar conciertos en distintos lugares de nuestra geografía y obtuvo una aceptación realmente extraordinaria, mucho más grande de lo que podía llegar a pensar. La gente que le vio tocar en aquella época no solo destacaba de él la enorme capacidad que tenía para enfrentarse a composiciones de todo tipo. También llamaba poderosamente su atención lo joven que era para lo que ya sabía hacer. Eso es lo que fue haciendo posible que su nombre fuera sonando entre algunos de los lugares en los que se apostaba más por la música como la que él interpretaba.

Un tiempo después, llegó la primera oportunidad para que Daniel acudiera a tocar al extranjero. Fue a Francia y la experiencia le resultó espectacular. Pronto empezó a multiplicarse el número de fechas que copaban su agenda más allá de nuestras fronteras y necesitó una persona que le ayudara a gestionar todo esto. Las labores que necesitaba eran básicamente las de un representante que se encargara de recibir las llamadas de los lugares que querían contratarle y gestionara todo lo relativo a la logística personal que implicaba una especie de gira (hoteles, desplazamientos, comidas…). Esa es la labor que me encargó.

Al principio, yo no me imaginaba que esa labor pudiera ser un trabajo que me exigiera liberarme del otro empleo que yo tenía, pero pronto me di cuenta de que iba a tener que ser así. Y es que, a las labores que os he comentado más arriba, se unió todo lo que tenía que ver con promoción y marketing. Por tanto, está claro que tuve que dedicarme en cuerpo y alma a este proyecto que tan bien estaba saliendo y que tanto dinero estaba proporcionando para Daniel y para el resto de la familia.

El resultado de todo esto eran giras tremendas en muchos lugares del mundo. Hemos estado en Estados Unidos y Europa y, en los pocos momentos de tranquilidad que eso me deparaba, pensaba en las giras maratonianas de los Rolling Stones y que se recuerdan en una noticia como la que os voy a dejar a continuación y que fue publicada por el portal web del diario argentino La Nación. La verdad es que, aunque no es el mismo tipo de gira, sí que nos hizo sentir como si fuéramos miembros de algo tan grande como los Rolling Stones.

En la actualidad, Daniel está en un momento de parón. Ya era hora de que descansáramos un poco después de todo el trajín que nos ha llevado la organización de las diferentes giras. Pero es evidente que el futuro nos espera muchos más momentos de mucho trabajo. La verdad es que, aunque las giras son agotadoras, no cabe la menor duda de que constituyen algo que merece la pena vivir y mucho más si las puedes compartir con alguno de tus seres queridos. La verdad es que yo particularmente estoy muy satisfecho con ello.

La verdad es que no hay algo que nos permita viajar tanto como la música. Todas aquellas personas que, ya sea profesionalmente o no, practican música, normalmente tienen que visitar muchos sitios a lo largo de su vida. Si formas parte de una pequeña banda, igual conoces más ciudades o pueblos que tienes cerca, pero el caso es que te permite viajar y conocer más la zona en la que has nacido y en la que has vivido. Eso puede llegar a ser igual de bonito que hacer giras como las que nosotros hemos tenido que realizar.

Creo que hay pocas actividades que puedan ser igual de interesantes que esta. Yo no tenía demasiados conocimientos en el mundo de la música y la verdad es que no puedo ponerme a la altura de Daniel, faltaría más, pero no me imagino que haya algo por lo que una persona, dentro de su profesión, pueda viajar tanto.

La industria de la música es una de las más potentes del mundo 

Podríamos hacer una clasificación de cuáles son los sectores que más dinero generan en todo el mundo y descubrir que el mundo de la música es uno de los que está colocado en las primeras posiciones de ese ranking. En una publicación que vio la luz en la página web de Statista, se ven cuáles son los ingresos del mundo de la música en los últimos años y las previsiones de futuro. La verdad es que es un sector que despuntó mucho tras la pandemia, especialmente en el año 2023, donde se generaron más de 30.000 millones de dólares en total. Y ojo a las previsiones que existen para el futuro, porque el crecimiento va a ser prolongado como mínimo hasta el año 2028, donde se espera que la cifra asciende hasta los 37.000 millones de dólares. En parte, eso se debe a que la gente ha decidido disfrutar de todos los eventos musicales que tengan a mano para recuperar el tiempo perdido durante el confinamiento y durante todos los meses que le siguieron.

Estoy seguro de que Daniel y yo vamos a ser testigos de ese crecimiento. Y esa es una verdadera suerte. No hay nada que sea más bonito que una música de calidad y lo que eso te permite conocer a través de todos los viajes que provoca el hecho de ir de aquí para allá en busca de nuevos conciertos y oportunidades. Ojalá alguna vez podáis sentir lo que yo he sentido y viajar lo que yo he viajado por algo tan noble como la música, que recordemos que es una de las grandes maravillas del mundo. Sin duda, es una experiencia que marcará vuestra vida para bien y que recordaréis por los siglos de los siglos.

 

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