Vivir en el campo es un verdadero sueño, especialmente para las personas amantes de la naturaleza y de los animales. Sin embargo, esto también conlleva algunas desventajas. Te mostraremos si la vida rural es realmente más sostenible que la vida urbana.
Vivir en el campo: estas son las ventajas
Vivir en el campo, lejos del ruido y el ajetreo de la ciudad: eso es lo que cada vez más gente estresada quiere hoy en día. Sobre todo, esperan desaceleración y más sostenibilidad. De hecho, hay una serie de ventajas que hablan de vivir en el campo:
Aire fresco y mucha naturaleza: la mayor ventaja es evidente: si vives en el campo, vives en plena naturaleza. Los relajantes paseos por el bosque cercano, por amplios campos y por tranquilas zonas residenciales son especialmente adecuados en el campo y son una buena forma de combatir el estrés El aire del campo puede ser más fresco y limpio que el de la ciudad porque normalmente contiene menos gases de escape y otros contaminantes. Los expertos tienen opiniones diferentes sobre si el aire rural es fundamentalmente más saludable, pero hay mucho que decir a favor. En un estudio se comprobó que las personas de las zonas rurales padecen alergias con menos frecuencia que las de las grandes ciudades.
Precios inmobiliarios baratos: mientras que los precios inmobiliarios en el centro de la ciudad aumentan constantemente, los precios de alquiler y de compra en el campo suelen ser mucho más baratos. A menudo puedes conseguir propiedades más grandes en zonas rurales por menos dinero.
Poco tráfico, mucha tranquilidad: no tendrás que preocuparte por el posible ruido de la calle o la contaminación de los gases de escape en el campo. En el campo se vive lejos de las principales carreteras y se puede disfrutar de la paz y el idilio rural.
Interacción social activa: En el campo, normalmente todo el mundo se conoce a todo el mundo. Hoy en día, el anonimato sigue siendo una palabra extranjera en muchos pueblos pequeños. Probablemente tendrás una relación mucho más estrecha con los vecinos de tu aldea que la que habrías tenido en la ciudad. Esto significa que requiere mucho menos esfuerzo pedir ayuda u ofrecer ayuda usted mismo.
Puedes autoemplearte: adquiriendo o alquilando un terreno, podrás tener tu propia explotación agrícola o ganadera y ganarte la vida. Los profesionales en seguros de salud en Burgos de Viovia recomiendan asegurar tus vehículos, explotaciones y ganado o cultivos, comenzar por abajo y podrás ganarte la vida con la naturaleza.
Las mascotas serán felices: Vivir en el campo también es ideal para los amantes de los animales. Puedes comenzar a pasear a tu perro justo afuera de la puerta principal. Y tu gato también estará encantado de poder hacer mucho ejercicio lejos de las intersecciones peligrosas.
Desventajas de vivir en el campo
A pesar de los muchos aspectos bellos que hablan de la vida en el campo, la vida allí también tiene aspectos negativos. Estos incluyen, por ejemplo:
Infraestructura deficiente: la mayor desventaja de vivir en el campo es la infraestructura deficiente. Por lo general, es difícil moverse en las zonas rurales sin tu propio automóvil. Pocos tranvías llegan al campo. Los autobuses suelen llegar de forma muy irregular. Y el viaje al trabajo suele ser demasiado largo para recorrerlo a pie o en bicicleta. Si tienes hijos, es posible que también tengas que llevarlos a la guardería o a la escuela más cercana. No todo está disponible en todos los pueblos.
Gama limitada de actividades de ocio: las actividades de ocio suelen ser muy limitadas en los pueblos. A veces la única opción es acudir al bar o a la pequeña iglesia del pueblo. En el centro de la ciudad suelen encontrarse clubes deportivos y escuelas de música. Para poder aprovechar estas oportunidades, normalmente dependes de tener tu propio coche.
Pocos puestos de trabajo: Los empleos en las zonas rurales también son limitados. A menos que puedas trabajar localmente como agricultor o artesano, puede que tengas que aceptar largos viajes para trabajar en coche.
Pocas opciones de compra: Vivir en el campo también significa que las opciones de compra suelen ser muy limitadas. La ventaja es que, con un poco de suerte, podrás conseguir parte de tus alimentos procedentes de la agricultura ecológica directamente en la granja más cercana. Sin embargo, a menudo se necesita un coche para visitar farmacias y tiendas similares.
Mala recepción de Internet: Hoy en día, la vida cotidiana sin una buena recepción de Internet es casi inconcebible. Ya sea para la universidad, la escuela o para trabajar desde casa: sin una buena conexión WiFi, muchos desafíos cotidianos no se pueden superar. Desafortunadamente, especialmente en las zonas rurales, las conexiones a Internet suelen ser lentas o poco fiables: ni siquiera uno de cada dos hogares en las zonas rurales tiene una línea de 50 MBit.
Conclusión: ¿Es más sostenible vivir en el campo?
¿Se pueden utilizar las ventajas y desventajas para determinar finalmente si vivir en el campo es más sostenible que en la ciudad? Actualmente no existen estudios concretos sobre esta cuestión y, por tanto, no hay una respuesta clara. Podemos decir que vivir en el campo ofrece acceso al aire libre justo a la vuelta de la esquina y la calidad del aire es mejor que en la ciudad. Es más tranquilo y económico comprar una casa en zonas rurales. La vida en el campo permite una cría de animales adecuada, a veces se pueden comprar productos regionales directamente a los agricultores del barrio y la relación de vecindad suele ser más estrecha que en la ciudad.
La mayor desventaja de vivir en el campo es la dependencia del coche propio. Según un estudio, el 56% de las personas que viven en el campo utilizan su propio coche como principal medio de transporte. En la ciudad, sin embargo, es sólo el 28%. Las elevadas cifras se explican rápidamente: sin coche propio es casi imposible llegar al trabajo, a la escuela, al mercado más cercano o al club deportivo.
Sin embargo, esto también significa un enorme aumento de las emisiones de C02. Esto tiene un impacto especialmente negativo en el cambio climático, la naturaleza y, en última instancia, en su propia salud. Por tanto, quizás el mejor compromiso sea vivir en una zona suburbana donde se puedan combinar las ventajas de la ciudad con las de la vida en el campo. Lo ideal es que el trayecto al trabajo, a la compra o al colegio sea lo suficientemente corto como para dejar el coche y sacar la bicicleta del sótano.