La uniformidad laboral en algunos sectores es en extremo importante y necesaria. Mientras que en algunos campos, la vestimenta, aunque exija de un cierto rigor, en otros como el sanitario, es fundamental cumplir con las normas de uniformidad correspondientes a las funciones concretas. Siendo así, no vestirá igual el médico que pasa consulta que el que se encuentra en quirófano. Tampoco el personal sanitario, llevará el mismo tipo de ropa para esta en consulta que en un laboratorio.
Profesionales en el campo de la gestión de ropa laboral de la talla de CLAT, nos han hablado sobre los aspectos de la uniformidad y vestimenta relativa a los centros sanitarios. Dentro del sector, es aconsejable determinar cuál es la uniformidad que mejor se adapta a cada empresa del sector en particular.
Teniendo en cuenta que la uniformidad sanitaria ha experimentado una gran evolución a lo largo de su historia, no resulta tan sencillo, elegir la que más se adapta a las necesidades particulares de cada centro. Esto es así, debido a la gran variedad que podemos encontrar actualmente en el sesgo de los uniformes sanitarios.
Si durante la Edad Media, el uniforme médico por excelencia era el negro, para disimular la suciedad que se acumulaba. el aspecto que confería la vestimenta, a parte de ser un foco de transmisión de enfermedades e infecciones que se ocultaban en la negrura, se alejaba de lo que hoy entendemos como imagen y aspecto saludable. Los grandes avances en la medicina y un mayor conocimiento sobre la importancia y transcendencia de la higiene, contribuyo al cambio del color negro, al blanco. Este color, rezuma limpieza y salubridad, al menos en apariencia.
De color en color
Durante la segunda guerra mundial, el blanco generaba fatiga visual en los hospitales. La organización de los mismos, y el color, por otro lado, fácilmente ensuciable, agotaba a los sanitarios. La aparición de nuevos tejidos, añadida a estos factores, dieron lugar a un cambio de tonalidad, variando los colores de la vestimenta sanitaria a tonos verdes y azules. Al ser opuestos al rojo, disimulaba las manchas de sangre, pero permitía identificarlas. Fue en ese momento, en el que se incorporó a su vez, la bata blanca como uniforme de consulta hospitalaria y laboratorio. Su finalidad, no era otra que evitar contaminaciones cruzadas.
Actualmente, la asociación de este tipo de uniforme, por otro lado, tan simple, se hace con profesiones o funciones muy concretas. De ahí que, en el sector sanitario, sea tan importante elegir adecuadamente la ropa de trabajo. Contar con un buen uniforme, aporta una imagen más profesional y confianza a los pacientes. Para los pacientes, el uso de bata, confiere profesionalidad y aporta serenidad; aunque algunos sufran el llamado síndrome de la bata blanca y no les tranquilice en extremo.
Tanto la profesionalidad como la comodidad son características que deben ir ligadas al sector. Este vestuario debe cumplir con una serie de requisitos básicos para cumplir su misión, dado que son utilizados durante largas jornadas laborales, bajo diferentes circunstancias e incluso en turnos de noche.
De unos años atrás hasta hoy, la gran variedad y oferta dentro de los catálogos de uniformes sanitarios, nos da una idea de la imagen que se busca en los centros sanitarios. Según el sector concreto en el que se enmarque la actividad profesional, los trabajadores, pueden elegir uniformes más formales o incluso, divertidos. La gama de colores es inmensa, los modelos variados y podemos encontrar hasta estampados acordes con la rama en cuestión.
Veamos que características deben reunir los uniformes sanitarios para cumplir con su objetivo.
Características básicas de la uniformidad sanitaria
La continua interacción del personal sanitario con una gran parte de la población, sea por cuestiones preventivas o de enfermedad, es la base que apuntala la decisión de adquirir el uniforme que combine las medidas de seguridad que protejan a quien los vista y a los pacientes por igual. El conjunto de factores, obligatorio y necesario cuenta con una serie de características que deben cumplir para convertirse en la ropa adecuada para el desarrollo de sus funciones. Estas características son las siguientes.
- Principalmente, debe permitir libertad de movimiento por parte de la persona que lo lleve puesto. Las condiciones en las que se trabaja en un centro sanitario exigen un tipo de ropa que este preparada para cualquier situación que se produzca. Estas situaciones, en ocasiones son complicadas y estresantes, a la vez que requieren de movilidad y destreza por parte del sanitario.
- La calidad de los materiales con los que se confeccionen los uniformes debe ser muy alta, hipoalergénicos para reducir o evitar la propagación de virus y bacterias, permitiendo que se pueda llevar a cabo una eficaz higiene de manos y, que toleren los lavados frecuentes sin perder calidad.
- Deben ofrecer una elevada resistencia que vaya más allá del uso: deben ser capaces de soportar sustancias químicas, líquidos agresivos y de todo tipo y la exposición a radiaciones solares.
- Al mismo tiempo debe ser apto para los cambios climáticos para proteger al usuario que en determinadas circunstancias se verá sometido a cambios bruscos de temperatura.
En lo referente a uniformes para fisioterapeutas, odontólogos u otros tipos de centros sanitarios, a las características reseñadas, se amplía la gama cromática y los diseños para aportar otra serie de atributos como ya decíamos párrafos atrás. Elegancia, cercanía, alegría…
Elegir bien el conjunto
Este tipo de vestuario, esta desarrollado e indicado para ser utilizado en el sector de la sanidad. Centros de salud, hospitales, dentistas, veterinarios o farmacias son los principales usuarios. Sin embargo, debido a su comodidad y diseño, otros sectores, como la limpieza, también lo utilizan como ropa laboral.
Algunos ejemplos del tipo de vestuario sanitario que podemos encontrar, son los siguientes:
- La casaca. Esta es la prenda básica de cualquier sanitario. Es la parte superior, de manga corta y con cuello de pico que cuenta con dos bolsillos laterales y otro en el pecho. Permite una movilidad absoluta y crea un entorno protegido entre el sanitario y su lugar de trabajo.
- El pantalón sanitario, suele ir a juego con la casaca. Se trata de una prensa unisex con cintura elástica que ajusta perfectamente y con cierre de botón o cinta, según preferencias. Cuenta con un bolsillo trasero.
- El conjunto, llamado pijama. Generalmente los sanitarios, suelen utilizar el pijama completo y no solo la casaca o el pantalón.
- Bata, la prenda por excelencia de todo doctor que se precie. Médicos, especialistas y personal auxiliar, así como otros gremios, utilizan esta prenda como uniforme que determina su profesionalidad. Las hay de diferentes tipos y colores, especiales para quirófano en color verde o azul, con cierre lateral o por la espalda, además de las blancas de toda la vida.
Entre tanta variedad para elegir, los profesionales del sector sanitario, pueden contar con un factor añadido a la hora de adquirir su ropa laboral: la personalización. La gran mayoría de centros hospitalarios o relacionados con el sector, cuentan con pijamas, casacas y batas personalizados con el nombre personal o, al menos, el del centro en el que prestan sus servicios.
En algunos hospitales, cada tipo de personal cuenta con un color para su pijama, así queda determinada la función concreta que desempeñan, así auxiliares visten un tipo de uniformidad, en tanto que celadores, otro color o enfermeras otro diferente.
Los centros privados juegan en su favor con la posibilidad de utilizar casacas con motivos concretos que hacen alusión a su rama: cepillos de dientes para los dentistas, perritos o huesos para veterinarios, etc.