Tengo que reconocer que el viejo refrán que dice “A Jaén se entra llorando y se sale llorando” en mi caso fue textual. Acudí a esta ciudad para acompañar y ayudar a una amiga de la infancia en los preparativos del día de su boda y de paso realizar un poco de turismo. La acompañé a Cenydiet, una clínica estética donde tenía cita para realizarse un completo tratamiento especial para novias y que yo no conocía pero que, ahora os puedo recomendar, y es que cuenta con las técnicas y tecnologías más avanzadas del momento y es pionera en la aplicación de los tratamientos estéticos más innovadores con aparatología de última generación aplicada por los profesionales más cualificados.
No la conocía porque nunca había estado en tan maravillosa ciudad, a la que considero a partir de ahora la gran desconocida de Andalucía, su orografía dominada por Sierra Morena o el parque natural de la Sierra de Cazorla, el mayor espacio natural protegido de España y uno de los mayores de Europa, junto con su paisaje dibujado con sus infinitas extensiones de olivos, hacen que el visitante quede prendado de esta histórica ciudad, en la que no podemos dejar de visitar:
- Castillo de Santa Catalina. Uno de los símbolos de la ciudad. Fue mandado construir en 1246 por el rey Fernando III el Santo tras la conquista de la ciudad a los musulmanes, en la cumbre del cerro de Santa Catalina cuyo nombre deriva de la capilla de Santa Catalina de Alejandría, de estilo gótico que se edificó en el interior del castillo durante los siglos XIII y XIV. Desde el castillo se puede disfrutar de unas maravillosas vistas panorámicas sobre la ciudad, acogiendo actualmente el Parador Nacional de Turismo. También merecen una visita en este lugar la Cruz levantada por Fernando III el Santo, la torre del homenaje, la antigua cárcel y el patio de armas.
- La Catedral. Dedicada a la Asunción de la Virgen María, es una obra emblemática del renacimiento andaluz y una de las más armoniosas, equilibradas y proporcionadas por lo que se considera que sirvió de ejemplo a numerosas construcciones en el Nuevo Mundo como la Catedral de México o la de La Habana, siendo un importante centro de peregrinación pues en ella se conserva uno de los tres paños con los que secó el sudor y la sangre a Jesús en su subida al calvario, lo que se conoce como la Reliquia de la Santa Faz o el Santo Rostro.
- Baños Árabes. Situados en pleno barrio de la Magdalena, se consideran los de mayor extensión y mejor conservados de Europa. Su origen se remonta a los siglos X y XI y se hallan ubicados en los sótanos del Palacio de Villadompardo, una construcción de estilo renacentista del siglo XVI que fue residencia del Virrey del Perú, lo que los ha preservado.
- Casa Palacio del Condestable de Castilla Don Miguel Lucas de Iranzo o Palacio del Condestable Iranzo, es un inmueble de estilo mudéjar del siglo XV, en la que destaca su salón interior cubierto con un magnifico alfarje mudéjar.
- Iglesia de la Magdalena. Fue una mezquita reconvertida a iglesia cristiana conservándose el antiguo alminar árabe y el patio de la antigua mezquita con un estanque rectangular utilizado para las abluciones. Su fachada principal e interior son de estilo gótico.
- Basílica menor, iglesia de San Ildefonso. Las primeras noticias que se tienen de esta iglesia datan de 1248 y se refieren a ella como una capilla para el servicio de la catedral, siendo esta parte más antigua de estilo gótico. Otra parte donde figura un relieve con la imposición de la casulla a San Ildefonso es de estilo renacen y la portada principal es de estilo neoclásico.
Como os digo, Jaén ha sido para mí todo un descubrimiento y es que poco había oído hablar de los monumentos que tiene la ciudad, pero ahora ya sé que regresaré y visitaré con más calma la ciudad. Así aprovecho el viaje y, al igual que mi amiga, me cuido un poco más, que una siempre se merece estar guapa y reluciente.
Jaén, tierra de olivos
Esta provincia española a la que se conoce como el “mar de olivos” dedica al cultivo del olivo una extensión de 550.000 hectáreas donde se hallan plantados unos 66 millones de olivos que producen unas 600.000 toneladas, lo que le confiere ese alineado paisaje tan característico con forma de púas de un peine, por lo que Jaén aspira a ser la capital mundial del aceite de oliva. Las más de 500 almazaras existentes en su provincia, entre cooperativas y empresas familiares, dan cuenta de la importancia económica que este sector representa en toda la economía de la zona, en los que la población de sus 97 municipios se dedica mayoritariamente al cultivo y producción del aceite de oliva, de la que nuestro país ocupa el primer lugar a nivel mundial tanto en superficie (2.650.801 hectáreas en el año 2017) como en producción (1.615.000 toneladas).