Tomate frito sublime y otras salsas. La salsa de la vida

Tomate frito sublime y otras salsas.  La salsa de la vida

Es un clásico en la cocina, las salsas elaboradas a partir del tomate son tantas y tan exquisitas en todas sus variedades, más o menos dulces, más ácidas, mezcladas con mil especias y aromas, combinadas con pimientos y cebolla, con el tomate frito, o rallado, o picado… Para hacer la mejor salsa de tomate necesitas los tomates más maduros de la variedad que elijas –el tomate pera o el corazón de buey son de las más recomendables- mejor si su color es potente y son muy carnosos.

La salsa de tomate, como elemento polivalente y un clásico de las cocinas y de todos los recetarios desde siempre, está integrada o acompaña a un sinnúmero de recetas, puesto que realza carnes, pescados, pasta, verduras, patatas…Potencia los sabores sin enmascararlos, y da jugosidad a los alimentos.

Aunque existen muchas versiones de la salsa de tomate, lo básico para prepararla es disponer de unos buenos tomates, cebolla, ajo, sal y aceite de oliva, con estos elementos conseguimos una salsa con todos los aromas y sabores del mediterráneo, y con todas las ventajas saludables que nos aporta. Pero según el país, así se le pueden añadir especias y toques diferentes, que le dan el sabor justo de esa tierra, como una señal de identidad. El sofrito, base de esta salsa, hecho con cebolla pochada y pimiento con aceite de oliva es importante por su punto de caramelización, que le dará su tono y sabor más característico a la salsa de tomate.

Hacer la salsa de tomate en nuestra casa, de forma totalmente artesanal, como aquéllas abuelas que se tomaban su tiempo, así, con lentitud y removiendo los ingredientes para que vayan soltando todos sus jugos, es una de las mejores opciones si disponemos de tiempo, si contamos siempre en nuestra despensa con los ingredientes necesarios. Los trucos finales para la realización de la salsa de tomate son rectificar su punto de acidez añadiendo azúcar, aromatizarla con alguna especia como albahaca o estragón, y reforzar su sabor con sal si es necesario. Las preparaciones que llevan salsa de tomate casera son más sanas y nutritivas, y a los niños les encantan.

La salsa de tomate no lleva harina ni otros espesantes, y su textura se consigue gracias a la reducción a la que se somete mediante la cocción en tiempos largos a temperatura suave, lo que hace de ella un aderezo muy concentrado y repleto de sabor y notas aromáticas, para acompañar cualquier elaboración.

 

 

 

 

 

 

 

Tu salsa favorita está preparada y envasada

No dispones de tiempo para estar en la cocina preparando tu salsa favorita, pero no quieres renunciar a las ventajas de una salsa artesana, con productos 100% naturales, cocinada a fuego lento y sin aditivos ni conservantes… Después de tantas catas a lo largo del tiempo, degustando diferentes marcas de salsas de tomate que se exponen en los lineales del supermercado, mi recomendación es que pruebes la de la casa Hida.es, empresa de alimentación de larga tradición, innovadora, que ofrece calidad, que combina la sabiduría de los preparados caseros con la producción industrial, para ofrecer unos productos con el sabor más tradicional y con todas las garantías ¡A mí me encanta, es la mejor con mucha diferencia!

Cómo distinguir un gazpacho ecológico

De las sopas frías , el gazpacho es la reina de las mesas del verano. Sus orígenes están incluso en la histórica Al-Ándalus, con un preparado muy similar al que hoy se conoce como ajoblanco, al que se fueron incorporando algunas verduras, como el pepino, tomate, pimiento.

Para que un gazpacho que adquirimos en el mercado sea considerado ecológico, no deberá contener grasas, ni sal, su base serán tomates de producción ecológica, seleccionados, que se deben triturar a menos de 10ºC, y envasarse antes de una hora después de elaborado el gazpacho, para que mantenga intactas sus características de sabor, color, olor y textura. Mediante esta técnica de envasado el producto cumplirá con los estándares de calidad exigidos, y se mantendrá perfecto para su consumo durante seis meses sin necesidad de refrigeración.

Es posible marcar la diferencia con calidad e innovación

Para consumir en el hogar, pero también como un gran apoyo en la hostelería, lo mejor es confiar en un proveedor de calidad que nos proporcione todo tipo de salsas para pasta, cremas de calabacín, pistos, asadillos con pimientos del piquillo, cebolla frita o caramelizada, escalivadas, rellenos de empanada, y muchos más. La presencia de estos productos en los lineales del súper es habitual, pero se puede dar una vuelta de tuerca para ofrecer al cliente productos de más calidad, naturales, ecológicos, cocinados a fuego lento, con materia prima cien por cien natural, sin conservantes ni aditivos, con productos de proximidad que van de la huerta al envase en 24 horas, y con una relación calidad precio muy competitiva. Y estos son, precisamente, los productos que Hida te ofrece.

 

 

 

 

 

 

Certificaciones de Calidad para envasados de salsas de tomate y derivados

La calidad marca la diferencia. Las  envasadoras de productos tales como salsas de tomate, pistos, asadillos, escalivadas, rellenos de empanada, etc. deben contar con un equipo de ingenieros químicos encargados de controlar la calidad y trazabilidad de los procesos productivos, en todas las fases de su elaboración, y de innovar continuamente para ofrecer lo mejor en cada momento a los consumidores.

Estar certificados en los sistemas de calidad BRC, IFS, ISO 9001 y Medioambiental ISO 14001 por AENOR, como Hida, es el mejor aval de calidad para los clientes y consumidores finales.

No es sólo una sencilla salsa de tomate, es la salsa que acompaña tantas veces tus alimentos y los de tu familia, tus hijos, tus clientes, y asegurarte de que les ofreces lo mejor te dará la tranquilidad de saber que cuidas lo que más quieres, con un producto que además es exquisito y propio de los mejores espacios gourmet, y que a los niños les encanta, por su sabor auténtico.

Además, como alimento que beneficia la salud, el tomate es  muy rico en vitaminas y minerales, aporta vitamina C, A y K, además de hierro y potasio, y es un  importante antioxidante natural. La vitamina A ayuda a proteger los ojos de enfermedades degenerativas.

 

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