¿Está la moda conectada con un asunto como lo es el arte? Se trata de una pregunta que quizá muchas de las personas que os disponéis a leer este artículo no os hayáis planteado a lo largo de vuestros años de madurez, pero lo cierto es que dicha conexión existe y, además, se va reforzando con el paso de los años gracias a cuestiones como la llegada de la globalización y la potencia adquirida por herramientas como lo son las redes sociales. Y es que no cabe la menor duda de que cada avance tecnológico ha puesto su granito de arena para garantizar esa conexión entre moda y arte de la que hablamos.
Lo que estamos comentando nos lo han confirmado varios de los artículos periodísticos a los que hemos tenido acceso. Una noticia que fue publicada en el portal web Vanidad informaba de que no hay moda sin arte ni arte sin moda y hace referencia a la multitud de colaboraciones que han existido entre uno y la otra a lo largo de la Historia, un número que no es baladí y que, desde luego, evidencia todo lo que venimos defendiendo en el arranque de este artículo.
El portal web Semana también hacía hincapié en lo que venimos comentando, asegurando que el arte y la moda son un mundo común. En concreto, se hace referencia al «Lobster Dress» de Elsa Schiaparelli y Salvador Dalí o a los diseños de Issey Miyake. Y es que la cantidad de ejemplos de lo que venimos comentando es realmente importante tanto a día de hoy como en cualquier otro momento de, por ejemplo, el siglo XX. Eso está fuera de toda duda por parte de propios y extraños. Y no es para menos teniendo en cuenta la cantidad de información a la que tenemos acceso.
En muchos casos, las tendencias que vienen asociadas al mundo de la moda pueden tener una relación directa con las tendencias artísticas del momento. Los profesionales de El Quatre, una galería artística que se dedica a la comercialización de diferentes obras a través de Internet, nos han comentado que mucha gente busca en el arte exactamente el mismo tipo de características que vienen siendo tendencia en un aspecto como lo es la moda. Si hoy predomina la composición de prendas de colores cálidos, la gente se encuentra más interesada en un tipo de obra que incluya estos colores.
Una tendencia que es internacional
Lo que os hemos comentado en los párrafos anteriores no es exclusivo de un país como lo es el nuestro. Al contrario. Esta es una tendencia que se ha propagado a nivel internacional y que España ha asumido como propia después de ser influenciado nuestro país por otros en los que este tipo de cosas fueron habituales con antelación, como Estados Unidos, Japón, Francia o el Reino Unido. Lo cierto es que esta tendencia está triunfando en todo el mundo y que no tiene pinta de que vaya a perder fuerza en los años que están por venir.
No cabe la menor duda de que son muchas las personas que se ven atraídas por lo que os venimos comentando a lo largo de todo este texto. Y es que, al igual que son muchas las millones de personas que compran camisetas de sus equipos de fútbol o baloncesto, ¿por qué no iba a existir gente que, por poner un ejemplo, quisiera comprarse una camiseta con la imagen de su cuadro favorito? Es algo que no tiene por qué resultar raro ni friqui. Más bien, debería ser al contrario: tendría que ser algo de lo que tomáramos nota.
Lo cierto es que cada vez son más las personas que deciden apostar por este tipo de modas y tendencias, que todavía son solo habituales en las grandes ciudades pero que disponen de mucho margen de mejora. Y lo cierto es que este tipo de cosas ‘hablan’ sobre cómo es una sociedad. No cabe la menor duda de que, en este caso, ‘hablan’ bien. De hecho, no lo pueden hacer de una manera mejor. Y es que la cultura también puede encontrar en la moda una manera de llegar a cuanta más gente mejor.
Vivimos en un momento en el que el arte, si no somos capaces de cuidarlo, corre peligro. Los amantes de la pintura o la escultura cada día son menos y considerados más extraños. Y hay que pelear contra esta etiqueta. La mejor manera de hacerlo es el merchandising. Y es que, al igual que camisetas, siempre pueden existir objetos a través de los cuales promocionar una determinada obra o a un determinado artista. Desde luego, sería precioso que esta fuera nuestra nueva realidad. Creemos de un modo firme que las cosas funcionarían de otro modo en una sociedad como la que tenemos en pleno 2019.