¿Os preocupáis por lo que coméis? Esta es una de las grandes preguntas que rodean a la sociedad de hoy, esa sociedad que siempre decimos que ha cambiado mucho en los últimos años y en todos los sentidos. Si sois de los que soléis cuidar del tipo de alimento que consumís, estáis haciendo lo correcto, sin duda, porque cuidáis de vuestro bienestar y del de vuestra familia. Sin embargo, si no prestáis la suficiente atención a esto, estáis entrando en un juego que no es para nada beneficioso y que os va a terminar pasando factura. La alimentación es una de las acciones que el ser humano se tiene que tomar más en serio.
Y la realidad nos indica que, poco a poco, parece estar despertando en la gente un mayor interés por cuidar de lo que come. Es una buena noticia. En esa nueva sociedad de la que hablamos, parece que se ha estandarizado el comer comida basura. Si prestáis atención a las calles del centro de vuestros pueblos y ciudades, es bastante posible que ya os encontréis no 1 ni 2, sino bastantes más establecimientos en los que se comercializa este tipo de alimentación. Las consecuencias han sido bastante graves puesto que los niveles de sedentarismo se han acrecentado bastante y los de obesidad también. Y hay que librar una guerra sin cuartel contra eso.
Fijaros cómo estará la situación para que el tema ya se comente abiertamente en los medios de comunicación. Un buen ejemplo de eso lo podemos encontrar en la noticia que vamos a compartir a continuación y que se publicó en la página web de Radio Televisión Española. En relación a la obesidad y las rentas bajas, se dice que hoy en día comer sano se ha vuelto un lujo. Comer productos que sean de calidad nunca puede ser un lujo y la verdad es que hay que cambiar esa sensación entre las personas, que por otra parte, si la tienen es por algo.
Esto obliga a reaccionar a las empresas que se dedican al negocio de la alimentación. No estamos hablando ya de esos negocios que comentábamos antes, sino de los propios supermercados, que tienen que cuidar más que nunca de sus procesos para poder ofrecer a sus clientes los mejores productos y en el mejor estado. En un mundo en el que las redes sociales y la instantaneidad son tan importantes, hay que cuidar mucho de la imagen que se ofrece en el campo de la alimentación y hacer posible que cada uno de los productos luzca impecable. En caso de no ser así, como dice la gente joven, nos pueden “funar”.
¿En qué pueden mejorar las empresas de alimentación españolas? O, mejor todavía, ¿en qué están ya mejorando las empresas de alimentación de este país? Hay algo claro y es que todas se preocupan mucho más de la trazabilidad de sus productos, es decir, de lo que ocurre con ellos desde que se producen hasta que llegan al punto de venta en el que son servidos al público general. Ya sabéis que este proceso puede ser complicado a veces. Y, sobre todo, lo va a ser el producto que va a necesitar unas condiciones especiales para no perderse. Hablamos, por ejemplo, de la carne, la fruta o el pescado, entre otros, que necesitan unas determinadas condiciones de frío.
El frío es el mejor aliado para tratar de mantener todos esos productos, productos que por otra parte forman parte de la dieta diaria de los españoles y las españolas. Son muchas las empresas que están realizando inversiones en este sentido, en sistemas de climatización que están destinados a que esos productos se mantengan en las mejores condiciones posibles hasta que lleguen al punto de venta en el que van a ser vendidos. La línea entre garantizar un buen producto y no hacerlo es muy fina en este sentido, puede depender de apenas unos grados de temperatura en el almacén al que lleguen los productos antes de hacerlo al punto de venta. Y por eso es necesaria esa inversión en instalaciones de la que estamos hablando. Y es que aquí no hay margen para el error.
Desde el punto de vista de un emprendedor cuyo negocio se centra en la alimentación, es elemental controlar todos los procesos que impliquen contar con frío industrial porque es ahí donde va a conseguir proporcionarle a su producto un cuidado que esté fuera de toda duda y que permita al cliente tener la sensación de que quiere volver a probarlo y fidelizarlo de esta manera. Los trabajadores de Frimavi, una compañía especializada en climatización industrial y aislamientos térmicos para industrias, nos señalan que la renovación de instalaciones industriales en el mercado de la alimentación se ha acrecentado de una manera realmente grande de un tiempo a esta parte puesto que los supermercados quieren destacar por ser los mejores en la provisión de productos frescos para sus clientes.
La razón por la que un cliente escoge uno u otro supermercado está ahí, es esa, la de la calidad de los productos frescos que trabajan unos y otros. A fin de cuentas, es algo que tiene su lógica: todos los supermercados cuentan con Coca Cola, con macarrones de las marcas más conocidas, con aceitunas de las principales empresas especializadas en eso… Está claro que lo que hace decidir a la gente entre ir a un establecimiento y otro tiene más que ver con esos productos que van a convertir a una comida con la familia en algo único, esos productos como el cordero, el salmón, el cochinillo, el emperador…
Con lo que se come no se juega. No estamos vendiendo ropa o juguetes. Estamos vendiendo productos que los clientes y sus familias se van a llevar a la boca. Por tanto, conviene acertar. Si han tenido una buena experiencia con nosotros, seguro que van a querer repetir. En caso de que no la tengan, lo más seguro es que no vuelvan a pisar ninguno de nuestros establecimientos en lo que les queda de vida. Y, además, compartirán lo malos que estaban nuestros productos frescos con más gente, tanto hablando como a través de las poderosas reseñas de Google. ¿Entendéis por qué ahora no existe el margen de error y por qué hay que cuidar de cada mínimo detalle?
El sector de la alimentación, eso sí, continúa creciendo
El sector de la alimentación ha recibido buenas noticias en los últimos años. A nadie se le escapa que, durante la pandemia, se incrementaron sus beneficios puesto que apenas había otros establecimientos abiertos y que la gente priorizó todo lo que tenía que ver con la alimentación en un contexto en el que la incertidumbre se colocó como una sombra sobre los pueblos y las ciudades, sobre los proyectos empresariales modestos y los que ya llevaban un recorrido, sobre el ocio y la cultura, sobre cualquier sector que nos podamos imaginar. La alimentación estuvo ahí y se llevó muy buenos resultados de todo aquello, aunque no es algo que fuera buscando, por supuesto.
Pero es que ese crecimiento no se detuvo solamente en el año en el que comenzó la pandemia, si no que ha continuado siendo real durante los años que han seguido a ese acontecimiento. Tal y como se destaca una noticia publicada en la página web de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebida, creció en un contexto global incierto. En concreto, lo hizo en un 0’7% y la verdad es que no es fácil haber registrado ese dato en un año que fue difícil a causa de todo lo que tuvo que ver con los conflictos internacionales, que como sabéis se están multiplicando en muchos lugares del mundo.
Es evidente que estamos hablando de un sector que lo tiene fácil para crecer por el hecho de que todo el mundo tiene que alimentarse y debe invertir un porcentaje de su presupuesto en él, pero también es un negocio en el que hay una competencia feroz y en el que la diferencia se marca por detalles como de los que hemos venido hablando más arriba. Por eso, hay una auténtica carrera entre las empresas del sector para tener unas instalaciones que les permitan cuidar de los productos de tal modo que crezca el número de gente que ponga su confianza en ella.
Lo que nos llevamos a la boca es algo que importa y que va a tener una influencia en nuestra salud y en la nutrición que tenemos. Este es un aspecto en el que nadie se quiere equivocar. Por tanto, es lógico que cada cual tenga sus preferencias en lo que respecta al tipo de comida que quiere adquirir y el local en el que se vende. Está bien tener esa visión y ser críticos con lo que vemos. Eso es lo que hace que las empresas del sector quieran seguir mejorando.
