Descubre Alemania a bordo de tu BMW y disfruta del país que lo vio nacer

Recorrer Alemania al volante de un BMW es mucho más que un simple viaje por carretera; es una experiencia que combina el placer de conducir con la riqueza cultural, histórica y paisajística de uno de los países más fascinantes de Europa. Alemania, cuna del automóvil moderno y sede de algunas de las marcas más emblemáticas del mundo del motor, ofrece carreteras perfectamente asfaltadas, autopistas sin límite de velocidad y una variedad de paisajes que van desde los valles fluviales hasta las montañas alpinas. Conducir por este país en un BMW, con su mezcla de potencia, precisión y confort, convierte cualquier ruta en un recorrido inolvidable.

Una excelente manera de disfrutar de este viaje es comenzar en Múnich, la ciudad que vio nacer a BMW y donde se encuentra su sede central. Aquí, antes de salir a la carretera, merece la pena visitar el BMW Welt y el museo BMW, dos espacios dedicados a la historia, la innovación y el diseño de esta icónica marca. Este es el punto de partida ideal para conectar con el espíritu de la conducción alemana antes de salir hacia el sur.

Desde Múnich, la ruta puede tomar rumbo hacia el sur, en dirección a Garmisch-Partenkirchen, una ciudad alpina que ofrece un primer contacto con la majestuosidad de los Alpes bávaros. El trayecto es una delicia para los sentidos, con curvas suaves, vistas de prados verdes y la silueta de las montañas al fondo. Este tipo de carretera permite apreciar el comportamiento dinámico del BMW, su capacidad de respuesta y el equilibrio entre deportividad y confort. Una parada en el Zugspitze, el pico más alto de Alemania, permite disfrutar de vistas panorámicas y aire puro de montaña antes de continuar el viaje.

Desde allí, la ruta puede dirigirse hacia Füssen, donde se encuentra el castillo de Neuschwanstein, una joya arquitectónica que parece sacada de un cuento de hadas. Este castillo, que inspiró a Disney en sus películas, se encuentra en un entorno natural que hace que el recorrido sea tan mágico como el destino. Continuar desde aquí por la famosa Ruta Romántica (Romantische Straße) es una opción que combina el placer de conducir con el descubrimiento de pequeñas ciudades medievales, viñedos, fortalezas y paisajes pintorescos.

La Ruta Romántica lleva hasta Würzburg, una ciudad conocida por su arquitectura barroca y sus vinos. Durante este tramo, la conducción se vuelve más relajada, con carreteras secundarias que invitan a disfrutar del paisaje sin prisa. La sensación de tener la carretera para uno mismo, el silencio del habitáculo, el tacto del volante y la potencia bajo el capó hacen que incluso el tiempo parezca detenerse.

Desde Würzburg, el siguiente destino podría ser Heidelberg, una de las ciudades universitarias más antiguas y encantadoras de Alemania. El casco antiguo, su castillo y las vistas del río Neckar forman una estampa inolvidable. Después, el viaje puede continuar hacia Stuttgart, otra ciudad emblemática del mundo del motor, sede de Mercedes-Benz y Porsche, donde se puede respirar el legado automovilístico alemán en cada rincón.

El regreso a Múnich puede realizarse por la autopista A8, una de las más utilizadas del país. Aquí es donde se puede aprovechar realmente la ingeniería de precisión del BMW. En los tramos sin límite de velocidad, la respuesta del coche, su estabilidad y la sensación de control total hacen que el conducir sea algo más que una actividad práctica: se convierte en una experiencia emocional, una extensión del propio viaje.

¿Qué mantenimiento se le debe hacer al coche antes de emprender un viaje?

Antes de emprender un viaje, es fundamental revisar el coche para garantizar seguridad y evitar contratiempos. En este sentido, los mecánicos de Paiz BMW nos recuerdan que, para hacer una ruta de este tipo, lo primero que se debe hacer es comprobar el nivel de aceite del motor y, si hace tiempo que no se cambia, sustituirlo junto al filtro. También es clave revisar el sistema de frenos, asegurándose de que pastillas, discos y líquido estén en buen estado.

Asimismo, ellos también nos indican que los neumáticos deben tener la presión adecuada y suficiente dibujo, incluyendo la rueda de repuesto. Además, es importante revisar el nivel del refrigerante, el líquido limpiaparabrisas, el estado de las escobillas y que todas las luces funcionen correctamente.

La batería también merece atención, sobre todo si es antigua o ha habido dificultades al arrancar. Asimismo, es importante verificar los sistemas de dirección y suspensión, sobre todo si, como es el caso, se recorrerán zonas de montaña o carreteras en mal estado.

Por último, asegurarse de llevar toda la documentación obligatoria, como el permiso de circulación, el seguro, la ITV en vigor y un kit de emergencia con triángulos, chaleco y botiquín. Con todo esto listo, el viaje será más seguro y mucho más tranquilo.

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