Según la Federación de Asociaciones Inmobiliarias de España (F.A.I.) la edad media de las viviendas de nuestro país es de 43,5 años. Esto obliga a que determinados edificios y viviendas residenciales tengan que rehabilitarse para poder seguir siendo habitadas.
La rehabilitación de viviendas es una práctica habitual en España. Esto se aprecia, sobre todo, en las ciudades. Vivir en una ciudad de más de 100.000 habitantes obliga a los ciudadanos a comprar o alquilar viviendas antiguas, que en muchos casos requieren reformas importantes. Esta remodelación, hasta cierto punto, es normal. No es que los edificios sean deficientes, sino que se han ido deteriorando por el desgaste natural del paso del tiempo, y porque la calidad de los materiales, en el momento en el que se construyeron, es inferior a los que se utilizan hoy en día.
La rehabilitación es además una necesidad urbanística. Obedece a la necesidad de recuperar los centros urbanos de las ciudades, construidos en su mayoría durante los años 70 y 80. Todo eso, sin contar la rehabilitación de edificios históricos, que forma parte de la identidad y del patrimonio de una ciudad.
Tendemos a pensar que un edificio histórico es una iglesia, un museo o un edificio institucional. Lo cierto es que muchos edificios antiguos están habitados por personas y tienen una antigüedad de entre 50 y 100 años. Baste darse una vuelta por el Example de Barcelona o por los barrios castizos de Madrid (Chamartín, Chamberí, La Latina, Lavapies, etc.)
Los técnicos de Geneo, una empresa constructora que se dedica a la rehabilitación integral de edificios y la construcción de obra nueva, señalan que en Madrid se rehabilitan a diario cientos de inmuebles. Pero, ¿cuándo debemos rehabilitar nuestra vivienda? En este artículo te presentamos algunos indicadores.
Signos de que una vivienda necesita rehabilitación.
Antes de embarcarte en un proyecto de rehabilitación de vivienda, es fundamental identificar los signos de deterioro o desgaste en tu propiedad. Reconocer estos signos a tiempo puede ayudarte a abordar los problemas antes de que se conviertan en costosos desafíos. Te presento una descripción de algunos de los signos más comunes de que tu vivienda necesita rehabilitación:
- Filtraciones y Humedad:
- Manchas de humedad en paredes o techos.
- Goteras o infiltraciones de agua cuando llueve.
- Olor a moho o humedad persistente.
La presencia de filtraciones y humedad es un signo claro de problemas en la impermeabilización de paredes y techo de la vivienda. Estos problemas pueden llevar a daños estructurales y problemas de salud si no se abordan de manera oportuna.
- Grietas en Paredes y Techos:
- Grietas visibles en las superficies de las paredes o techos.
- Grietas que se ensanchan con el tiempo.
Las grietas en las paredes y techos pueden indicar problemas en la estructura, asentamiento del suelo o cimientos. Es importante evaluar la gravedad de las grietas y tomar medidas si son significativas.
- Problemas en la Estructura:
- Puertas o ventanas que no cierran correctamente.
- Paredes inclinadas o fuera de nivel.
- Bases o cimientos visiblemente dañados.
Los problemas en la estructura de la vivienda son señales de daño estructural grave y requieren atención inmediata para prevenir un deterioro adicional.
- Sistemas Obsoletos:
- Sistemas eléctricos o de fontanería antiguos y desgastados.
- Sistemas de calefacción o refrigeración ineficientes.
Los sistemas obsoletos pueden no solo aumentar los costos de energía, sino también representar riesgos de seguridad. La actualización de estos sistemas puede mejorar la eficiencia energética y la seguridad en el hogar.
- Problemas Estéticos:
- Pintura descascarada o descolorida.
- Pisos dañados o desgastados.
- Carpintería en mal estado.
Los problemas estéticos, como la pintura descascarada o los suelos dañados, pueden ser signos de un mantenimiento deficiente y contribuir a una disminución del valor de la propiedad.
- Plagas y Daños Estructurales:
- Presencia de plagas, como termitas u hongos de la madera.
- Daños estructurales causados por plagas o pudrición.
Las plagas y los daños estructurales son preocupaciones graves que deben abordarse rápidamente para evitar daños mayores.
- Problemas de Aislamiento Térmico:
- Dificultades para mantener una temperatura confortable en la vivienda.
- Facturas de energía excesivamente altas.
El aislamiento deficiente en la vivienda puede contribuir a una ineficiencia energética y a facturas de energía más elevadas. La actualización del aislamiento puede mejorar la comodidad de los moradores de la casa y reducir los gastos energéticos. En el 2015, cuando se aprobó la Certificación Energética de Viviendas, el Ministerio de Industria detectó que el 84% de las viviendas eran deficientes energéticamente. Esto se debía al insuficiente aislamiento de techos y paredes, y a los sistemas de cerramiento (puertas y ventanas), poco efectivos en este aspecto.
- Problemas de Seguridad:
- Escaleras inseguras o pasamanos sueltos.
- Sistemas de seguridad anticuados o no funcionales.
La seguridad es una prioridad en cualquier hogar. Identificar y abordar problemas de seguridad, como escaleras peligrosas o sistemas de seguridad obsoletos, es esencial.
Al reconocer estos signos de deterioro, puedes tomar medidas preventivas y planificar una rehabilitación de vivienda adecuada. La detección temprana de problemas puede ayudarte a evitar daños mayores en el futuro, así como mejorar la calidad de vida en tu hogar.
Cuándo es el momento de iniciar una rehabilitación.
Reconocer el momento adecuado para iniciar un proyecto de rehabilitación es esencial para garantizar que las mejoras sean efectivas y que se aborden los problemas a tiempo. A continuación, te presentamos las situaciones que indican el momento oportuno para emprender una rehabilitación:
- Signos de deterioro notables:
Cuando empieces a notar signos de deterioro en tu vivienda, como filtraciones, grietas o problemas estructurales, es un indicador de que es el momento de actuar. Abordar estos problemas de inmediato puede evitar daños mayores en el futuro.
- Preparación para la venta:
Si tienes planes de vender tu casa en un futuro cercano, una rehabilitación aumenta significativamente el valor de la vivienda y atrae a compradores potenciales. Las viviendas bien cuidadas y actualizadas suelen ser más atractivas en el mercado inmobiliario.
- Necesidades nuevas:
La llegada de nuevos miembros a la familia, necesidades de accesibilidad, o un espacio de trabajo en casa pueden hacer que te replantees la situación de tu vivienda. Una rehabilitación puede adaptar tu vivienda a estas nuevas exigencias.
- Eficiencia energética:
Cuando desees reducir tus facturas de energía y mejorar la eficiencia energética de tu hogar, es un buen momento para considerar una rehabilitación. La actualización del aislamiento, sistemas de calefacción/aire acondicionado y ventanas puede hacer que notes una gran diferencia en la comodidad de tu hogar y en el ahorro de los recibos de suministro energético.
- Mantenimiento preventivo:
A veces, la rehabilitación puede ser proactiva en lugar de reactiva. Programar un mantenimiento preventivo regular, como la renovación de techos o sistemas de fontanería antes de que fallen, puede ahorrarte tiempo y dinero a largo plazo.
- Cambios normativos y códigos de construcción:
Si las leyes locales o los códigos de construcción han cambiado desde la construcción original de tu vivienda, es importante considerar una rehabilitación para asegurarte de que tu hogar cumpla con los requisitos actuales.
- Renovaciones de urgencia:
En casos de problemas graves, como daños estructurales o problemas de seguridad, no debes demorar la rehabilitación. La seguridad de tu hogar y de tu familia es una prioridad, y es fundamental abordar estos problemas de inmediato.
- La temporada apropiada:
La elección de la temporada adecuada para la rehabilitación puede influir en la eficiencia y la comodidad del proyecto. Algunos trabajos, como la renovación de techos y ventanas, es más apropiada acometerla en los meses de verano, para acondicionar la vivienda para la llegada del frío invernal.
Es importante recordar que cada vivienda y situación es única, por lo que el momento adecuado para la rehabilitación varía de unos casos a otros. Antes de emprender un proyecto, es fundamental evaluar cuidadosamente tus necesidades, objetivos y presupuesto. Consulta a profesionales, como arquitectos o contratistas, para obtener orientación específica para tu vivienda. En última instancia, abordar una rehabilitación en el momento oportuno garantiza que tu hogar se mantenga en óptimas condiciones y cumpla con tus necesidades para hacer una vivienda más cómoda y agradable.
Cómo una vivienda rehabilitada mejora la calidad de vida.
Cuando compré mi piso hace 20 años, opté por adquirir un piso antiguo en el barrio de El Clot, de Barcelona. La ubicación era importante. Tanto a mi pareja como a mí, nos interesaba vivir en una zona bien comunicada, ya que por asuntos de trabajo teníamos que desplazarnos con frecuencia a diferentes zonas de la provincia. No queríamos hacerlo con nuestro coche, teníamos uno solo y los dos nos desplazábamos.
Adquirimos un piso en un edificio con 70 años de antigüedad. De aquellos que construyó RENFE, en su día, para los trabajadores de la estación cercana de La Sagrera. Nos metimos en un montón de derramas durante cerca de 10 años, pero hoy podemos decir que vivimos con todas las comodidades de un piso nuevo, pero en un edificio con solera y cerca del centro de la ciudad. Un privilegio del que, por desgracia, cada día es más difícil disfrutar.