Cuando queremos comenzar una nueva vida en otro hogar, ya sea porque nos casamos, la familia está creciendo o es que nos hemos independizado abandonando el nido de nuestros padres o alcanzando un trabajo con mejores ingresos, siempre nos asalta la duda ¿será mejor comparar o alquilar? Y es que el mundo de la inmobiliaria tiene tantas opciones y es, muchas veces, tan desconocido para nosotros, que tememos tomar la decisión equivocada y perdernos la que mejores ventaja nos ofrecía.
Si este es tu caso, hemos consultado con los expertos en venta y alquiler de viviendas en Matalascañas de Inmodoñana y aquí te traemos su consejo experto.
Proyección a futuro
Para comprar o alquilar una vivienda lo primero que debemos hacer no es solo evaluar nuestra realidad económica en el momento de la compra, sino su evolución a lo largo de todo el tiempo que pasaremos asumiendo los gastos de la misma.
Piensa que para comprar una vivienda no solo se trata de dar la inicial, sino de proyectar como será tu solvencia por los 20 o 30 años que pasarás pagando la hipoteca de la misma, además de los gastos de mantenimiento y en servicios que la posesión de la vivienda suponga.
Debemos estar completamente seguros de que podremos asumirlos todos sin quedarnos fallos para el resto de nuestros gastos del mes,. Esto contando que, según el Banco de España “nunca hay que dedicar más del 35%-40% de los ingresos a pagar las deudas financieras, incluida la cuota del préstamo hipotecario.
Trampas emocionales
Otro buen consejo es mantenernos alerta ante las trampas emocionales del mundo de la inmobiliaria. Y es que a veces suele pasar que nos encontramos en el mercado lo que se presenta como la vivienda de nuestros sueños y en nuestro afán porque no nos la quiten de las manos nos embarcamos sin pensarlo en un gasto que quizá es demasiado elevado para nosotros o que va a implicar ciertas cuotas a largo plazo que nos será muy difícil cumplir. Piensa mejor con cabeza fría.
El calendario
Otra cosa que tienes que tomar en cuenta es el tiempo que tienes para escoger tu nuevo hogar. Por ejemplo, es diferente estarte mudando para tener más espacio para tu familia, vivir más cerca de tu trabajo o del colegio de los niños o para mejorar tu calidad de vida, que estarte mudando porque te has separado de tu pareja y cada quien debe tomar su propio camino.
El primer escenario, es el ideal para evaluar opciones a tu disposición e ir tomando decisiones con tiempo suficiente, actuando con inteligencia. En el segundo caso, tendrás muy poco tiempo para tomar una decisión y la prisa sueñe ser mala consejera.
Para comprar necesitas ahorros y tener un buen perfil
Como veníamos exponiendo en el primer punto de la lista, comprar una casa implica ciertos gastos y ciertos compromisos financieros que deberás poder enfrentar. Pero no solo se trata de que tu digas que puedes hacerlo, deberás probarlo a las entidades involucradas en la compra.
Por ejemplo, para poder solicitar una hipoteca hay que tener ahorrado aproximadamente el 32% del valor de la vivienda. De ahí, un 12% se usará para abonar los gastos de hipoteca y de compraventa y el otro 20% para pagar la parte que los bancos no van a financiarte, ya que estos solo te ayudarán con el 80% del valor total.
Igualmente, los bancos también evaluarán tu perfil para saber si es el idóneo para concédete el financiamiento. Así, serán importantes factores como la edad, tus ingresos mensuales, tu estabilidad laboral y tus ahorros.
Tus planes a largo plazo
Como ves, parte imprescindible de la compra de una vivienda es la aceptación de los pagos de una hipoteca por una larga cantidad de tiempo. Esto te prohibirá mudarte de ciudad o de país, por ejemplo. Por lo que, si entre tus planes estaba hacerlo o si se lo estabas dejando al destino, deberás pensártelo dos veces antes de asumir un compromiso que te atará a tu ciudad actual.
La evolución del precio de la vivienda
Hablando de proyectarse a futuro, otro aspecto que hay que evaluar a largo plazo es el precio de la vivienda. Esto porque el precio podría ir aumentando a lo largo del tiempo y deberás estar preparado para incluir dicho aumento en tu presupuesto. De ser demasiado alto, deberás desistir de invertir por los momentos.
Como ves, la decisión de compra de una vivienda no es cosa del momento. Debes evaluar muchos aspectos y si podrás hacerle frente a lo largo del tiempo. De lo contrario quizá por ahora debes alquilar y dejar tu sueño de compra para otro momento.