Mucha gente oye hablar de una tirolina, pero lo cierto es que a la hora de la verdad no tiene demasiada idea de cómo funciona. Vamos a saber más en este sentido, ¿no?
Partes de una tirolina
La mejor manera de saber de qué forma funciona realmente una tirolina es saber las partes que la van a componer.
Carretilla
El carro o la carretilla de la tirolina no deja de ser la parte que tiene la tirolina que lo que hace es sujetar el asiento donde van a sentados los usuarios.
Los carros y las sujeciones se adaptarán al peso y al tamaño de cada una de las personas para estar totalmente seguros y controlar la velocidad de la tirolina.
Plataformas de la tirolina
Estas plataformas van a quedar colocadas en la zona más alta o la salida de la tirolina, y en el punto que estará más bajo, también denominado llegada.
La plataforma superior se tiene que encontrar a buena altura para que la propia gravedad se pueda afianzar según baje por la cuerda. El ancho de las plataformas tiene que ser bastante para que los usuarios puedan encontrarse de piel, sin que sientan que se pueden caer por los lados os e tambaleen cuando se mueva.
Frenos en la tirolina
Estos frenos como nos aseguran los expertos de tirolinapirineos.com, son una parte importante de la misma tirolina y permiten reducir la velocidad y que se pare la carretilla cuando sea preciso.
Cable
Una parte que es esencial en la tirolina. Hay distintas clases de cables dependiendo del tipo de la tirolina. Muchos de ellos se han realizado mediante acero galvanizado, el cual ofrecerá más resistencia y que el acero inoxidable.
Los cables se forman por otros cables que son de menor tamaño, con los que duran más.
La cuerda galvanizada se unirá a una polea, que se encargará de poder guiar los cables hacia abajo.
¿Cómo funciona una tirolina?
La tirolina va a funcionar por efecto de la gravedad. Por todo ello, va a comenzar en un punto alto y bajará hacia otra plataforma de tamaño más reducido mediante un sistema de clave.
Cuando hay menos fricción entre el cable y la polea, aumenta la propia velocidad en la tirolina. La misma va a funcionar mediante un sistema de frenos, de tal forma que se pueda detener de forma segura y gradual.
Cuando se practica la tirolina, los profesionales son los que le colocan un arnés, y ala vez lo enganchan en el cable de la tirolina.
El cable, lo que hace es pasar por la polea, donde un sistema se encarga de mover el vehículo y a la persona dese la primera plataforma, a la de abajo.
Sin que hubiese gravedad nada de ello sería factible y la persona se va a quedar parada, pero por su diseño, si se tiene la pendiente más adecuada, se va a producir el empuje desde la plataforma más elevada a la que esté más baja.
En la inercia van a entrar en juego para que la materia siga moviéndose en línea recta hasta que los frenos de la tirolina terminen haciendo fuerza externa y hagan que la misma se vaya a detener.
Lo habitual es que conforme más empinada vaya a encontrarse la tirolina, más veloz va a ir.
¿Cómo de rápido va la tirolina?
Lo normal es que las tirolinas ofrezcan una velocidad con la que todo el mundo pueda disfrutar de la experiencia, de la naturaleza o las vistas desde las alturas.
Eso sí, existen una serie de factores que van a influir en la velocidad que tendrá la tirolina.
Conforme sea más larga, mayores probabilidades habrá de lograr una mayor velocidad.
El ángulo de la pendiente es lo que más va influir en la propia velocidad y el funcionamiento de la tirolina. La velocidad va a aumentar a la vez que lo hace el ángulo pendiente.
El peso es posible que influya en la misma velocidad. Cuanto mayor sea el peso de la misma persona, más veloz va a ir y en menos tiempo.
Conclusión
Una vez que ahora sabes de qué manera va a funcionar la tirolina, nuestra recomendación es que elijas una que tenga buena fama. Aquí tus familiares o amigos pueden ayudarte en el caso de que conozcan algunas que hayan funcionado o les haya gustado mucha la experiencia.
Así que ya sabes, desde aquí solo nos queda desearte suerte en este sentido, puesto que al final siempre es algo que está ahí y no siempre nos animamos a dar el paso de probarlo.