Está de moda, cada vez más. El término barista cobra notoriedad de forma gradual. Y no, barista no es el que está en el bar; barista es un artista del café. El que inventa, crea, innova y hace del café algo más que una simple bebida para cargar las pilas.
Es un hecho que lo artesano, lo que tiene esencia y carácter propio llama mucho la atención del común mortal. Quizá por eso de sentirnos únicos y diferentes en una sociedad en la que todo es igual. La masificación gana con sus ventas y producciones masivas para que todos tengamos más de lo mismo.
Por eso hay que desmarcarse. La cerveza artesana o el pan de masa madre han ido ganando adeptos hasta el punto de que muchos se fabrican su propia cerveza o elaboran su propio pan en casa. Podríamos decir que artesano es sinónimo de personal. Cada pieza o elaboración con un sello propio.
Con el café está sucediendo lo mismo. Los baristas han llegado para quedarse, ya no vale eso del café con leche sin más. Ahora los cafés tienen personalidad. El art latte actúa como firma del barista en muchas ocasiones. Desde el tipo de grano hasta el grado de molienda, la calidad del agua, la presión de la cafetera. El tipo de cafetera, indispensable para ser un buen barista. Gracias a la gran oferta y variedad de cafeteras (y cafés) existentes puedes ser tu propio barista en casa y preparar para ti o los tuyos, el café que más te guste y como más te guste.
¿Cómo obtener un buen café?
Principalmente, para obtener un buen café lo mejor es utilizar la mejor materia prima. Eso es el café propiamente dicho. ¿En grano o molido? ¿Tueste natural o torrefacto? ¿Mezcla? Eso ya va en gustos. Para los más puristas el mejor es el grano con tueste natural, molido en el momento. Otros prefieren un café con más cuerpo y matices dulces como pueda ser el torrefacto, tostado con azúcar y caramelizado antes de llevar a cabo la molienda.
Teniendo claro el tipo de café que más nos gusta, solo nos queda elegir el tipo de café que queremos elaborar y por ende, la cafetera.
Tipos de cafetera
Según el resultado que queramos obtener o como nos gusta el café, utilizaremos un tipo u otro de cafetera. Si queremos un café largo, poco cremoso y que no nos ponga como una moto por la cafeína, elegiremos una cafetera de filtro o americana. Si por el contrario queremos un café con cuerpo, fuerte y que nos cargue las pilas, la mejor opción es una exprés. Como la de los bares vaya.
Desde Megahogar nos recuerdan los diversos tipos de cafetera existentes en el mercado y vamos a repasarlos para que cada uno pueda ser el barista que se proponga.
Italiana
La de toda la vida. La que te recuerda a la infancia cuando eso del café era algo de mayores. Con esta cafetera obtendrás un café potente e intenso que expande sus aromas por toda la casa.
De émbolo
Si eres capaz de hacer un buen café con este tipo de cafetera, puedes considerarte un barista en todos los sentidos. Si bien el resultado del café elaborado en este tipo de cafeteras es increíble, hay que ser un artista para lograr que así sea. Tiene como todo lo bueno, su truco.
De filtro
La más simple de todas. Para el café de batalla y cafeteros empedernidos que necesitan una dosis a menudo. El café que se obtiene de estas cafeteras es de tipo americano. Más aguado y ligero, para beber a menudo sin que la cafeína nos altere demasiado.
Exprés
Como la de una cafetería pero en versión mini. Las hay de todo tipo, más potentes, menos. Con más presión. Para dos tazas, para una. Automáticas, manuales. De todas, las más versátiles. Con ellas (según el modelo y prestaciones) puedes preparar desde un café exprés hasta un café latte sin pestañear. Algunas te lo dan todo hecho: solo tienes que llenar el depósito de agua, la leche y el del café (algunas vienen con molinillo incorporado) y programar el café que quieres. Pones tu taza favorita y en breves instantes voilà.
De cápsulas
La forma más moderna de hacer café. Hace unos años fue la revolución: café encapsulado y una cafetera diferente para hacerlo. Con este tipo de cafetera se acabó abrir el paquete de café y esparcirlo por la encimera. Se acabaron los posos por todo el fregadero. ¿Y el resultado?
Sin lugar a dudas, para los amantes del café, increíble. Un café perfecto en una capsula. Y sus incontables variedades que aumentan cada año. Ahora estas cafeteras te convierten en barista con solo apretar un botón.
Habiendo repasado por encima los tipos de cafeteras existentes y teniendo en cuenta los gustos particulares de cada uno, podemos decidir cual es la que mejor se adapta a nuestros gustos y necesidades.
Pero para ser un buen barista, hay que aprender mucho más que el uso de la cafetera. El tipo de grano y su molienda es esencial según el tipo de cafetera. Así como para la obtención de un buen café. Estamos habituados a comprar el paquete de café que tenemos delante sin prestarle atención a sus propiedades. Ese café lo utilizamos indistintamente para cualquier cafetera y así no sacamos lo mejor del producto.
Un buen barista sabría que para hacer un buen café exprés, lo mejor es una molienda muy fina, que ofrezca resistencia al agua en su paso por el filtro y saque todos los matices del café, así como su cuerpo, carácter, aroma y por supuesto, la espumita que le proporciona ese aspecto cremoso.
Por el contrario, para una cafetera de filtro, el punto de molienda debería ser menos fino, para oponer menos resistencia al paso del agua que en estos casos se produce por goteo. Así se extrae menos cafeína y se obtiene un café más ligero y liviano.
A partir de aquí, puedes hacer el café como más te guste: con leche, moka, bombón, latte machiatto o ¿por qué no? Innovar y crear tus propias versiones.