Tener un mal aliento puede generar inseguridad y provocar rechazo. Por eso, siempre hay que intentar tener un buen aliento. Hay algunos trucos que pueden ser de gran ayuda para conseguirlo y te los vamos a explicar en este artículo.
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Cepillarse los dientes tras cada comida
Si quieres tener buen aliento y cuidar la salud de tu dentadura es fundamental que te cepilles bien los dientes tras cada comida. Pero si no es posible al menos debes hacerlo 3 veces al día.
Además, el cepillado debe realizarse bien. “Un buen cepillado debe durar cerca de tres minutos y no se debe dejar ninguna zona, tanto interior como exterior”, explican desde Clínica Dental Mesiodens, dentistas de confianza en León.
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Utilizar enjuague bucal
Para una limpieza profunda y mejorar el aliento se recomienda el uso de enjuague bucal. Su uso varía en función del tipo de enjuague, ya que algunos se deben usar una vez al día, otros varios días a la semana y también hay otros que tras cada cepillado.
Pero si no sabes qué colutorio emplear lo mejor es que consultes a tu dentista de confianza que te recomendará uno y te indicará también la periodicidad de uso, aunque suele venir indicado en la etiqueta del producto.
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Masticar chicle sin azúcar
El chicle sin azúcar puede ayudar a tener buen aliento por varios motivos. Primero porque el chicle ayuda a eliminar la suciedad, por lo que se recomienda tomar chicle sin azúcar cuando se ha comido fuera de casa y es imposible cepillarse los dientes. Pero también porque los chicles cuentan con aromas y sabores que favorecen el buen aliento.
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Evitar la sequedad de la boca
La sequedad de la boca provoca mal aliento. Seguro que lo has apreciado alguna mañana, ya que cuando se duerme con la boca abierta se seca de manera natural y provoca mal aliento matutino.
Pero esto también puede ocurrir durante el día. Para evitarlo hay que hidratarse bien y beber agua abundante.
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Limpiar la lengua
En la lengua se acumulan multitud de bacterias, restos de comida y células muertas. Esto se aprecia cuando se genera una pequeña capa blanquecina o cuando la lengua no tiene su color rosa natural. Y esta suciedad genera halitosis. Por eso hay que limpiar bien la lengua en cada cepillado para evitar que se acumule la suciedad y provoque mal olor o mal aliento.
La mejor herramienta para limpiar la lengua es el raspador o cepillo lingual, se trata de un utensilio que es muy fácil de usar ya que solo hay que arrastrar por la lengua y después aclarar con un poco de agua hasta que desaparezca la suciedad.
Aunque también hay algunos cepillos de dientes que en la parte opuesta a las cerdas cuentan con una parte para limpiar la lengua.
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Emplear hilo dental o irrigador
Por supuesto, otro producto que hay que incluir en la rutina de higiene dental es el hilo dental. Porque es el único utensilio que permite eliminar la suciedad que se almacena entre los dientes.
El hilo dental es la solución más económica, pero existen otras alternativas como el irrigador dental. Este objeto emite agua a presión que permite limpiar las encías y los dientes con facilidad. Hay irrigadores dentales en el mercado por un precio bastante económico, por 40 euros pero como indicábamos el hilo dental es más barato porque un paquete cuesta entre 2 y 3 euros.
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Apuesta por una limpieza profesional
También de vez en cuando se recomienda una limpieza profesional, ya que hay suciedad que se acumula en placas que es complicado de eliminar con el cepillado.
Además, hay que indicar que si tienes una enfermedad de las encías es común que se replieguen dejando huecos profundos que suelen ocupar bacterias que causan mal olor. Y estas bacterias tan sólo se pueden eliminar con una limpieza profesional.
Por eso no dudes en acudir a un profesional para una limpieza profunda, porque según los expertos se debe realizar un cada seis meses.
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Evita algunos alimentos
Hay algunos alimentos que hay que intentar evitar si no se quiere tener mal aliento. O al menos, intentar cepillarse los dientes tras su consumo.
Entre los alimentos que provocan mal aliento hay que indicar el ajo, la cebolla, el café o el queso. Pero hay otros platos y comidas que afectan al aliento. La revista Mia en un artículo (que puedes leer completo pinchando aquí) sobre los 15 alimentos que provocan peor aliento además de los mencionados señala otros como el brócoli, las legumbres, el alcohol o el zumo de tomate.
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Renueva tu cepillo cada 3 meses
Si quieres tener buen aliento debes cuidar al máximo la limpieza de tu dentadura. Como decíamos al comienzo del artículo debes cepillarte los dientes tras cada comida. Pero para que la limpieza sea exitosa el cepillo debe estar en buen estado.
Por lo que debes renovar tu cepillo cada tres meses. Si tienes un cepillo eléctrico debes cambiar los cabezales. Pero si aprecias que las cerdas estás debilitadas deberías cambiar cuanto antes de cepillo, a pesar de que haya transcurrido menos tiempo. Porque si las cerdas son débiles la eficacia del cepillado se ve reducida considerablemente.
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Ten cuidado con el ayuno
Y el último truco que te vamos a dar para evitar tener mal aliento es tener cuidado con el ayuno porque potencia el mal aliento. Y hay una razón científica que lo explica. Y es que cuando se ayuna se produce una situación de hipoglucemia, es decir bajan los niveles de azúcar en sangre. Como consecuencia, se liberan ácidos grasos que pueden provocar mal olor.
Pero también el ayuno provoca halitosis porque si no se ingiere comida durante mucho tiempo se favorece la sequedad bucal, que como ya hemos explicado con anterioridad provoca mal aliento.
Estos son algunos trucos efectivos que ayudan a tener un buen aliento y a evitar la temida halitosis. No dudes en incorporar estas acciones en tu vida diaria si quieres tener un aliento fresco.