Dicen que, para triunfar en el mundo empresarial, hay que saber apostar por productos y servicios que realmente constituyan algo nuevo para el mercado, algo que nos permita diferenciarnos de otro tipo de productos, de servicios y de empresas. La cuestión tiene cierta lógica: de este modo parece ser que conseguimos que el mercado se fije más en nosotros y que permanezcamos de una mejor medida en su subconsciente. Pero la realidad es que, en ocasiones, apostar por lo que funciona, aunque sea lo mismo de siempre, funciona.
Ese es el caso que hemos identificado que ocurre con el vino en nuestro país. Desde luego, no cabe la menor duda de que los españoles y las españolas sentimos especial predilección por el vino y todo lo que tiene relación con él. Por eso, a veces es necesario no experimentar con él y dedicarnos simplemente a garantizar que se sirve en todas las mesas del país. De esta manera, aseguraremos que una cantidad bastante importante de personas son susceptibles de ser embelesadas por el sabor de uno de los productos que, sin duda, constituyen una de las grandes apuestas de nuestra gastronomía.
Las cifras respaldan todo lo que os estamos contando en el artículo que os encontráis leyendo. En primera instancia, vamos a hacer referencia a la facturación del vino de nuestro país en el año 2015. El portal web Vinetur informaba que esta facturación era de 4.580 millones de euros, algo que suponía un récord para el sector. La producción total fue de 4.362,2 millones de litros, algo que también supone una cifra realmente importante para un sector que, como todos, ha pasado malos momentos durante la crisis económica pero que vuelve a resurgir.
También hemos tenido constancia de números de facturación del sector vinícola en el portal web de Tecnovino, que apuntaba que el año 2017 nos dejó un total de 3.186 millones de euros. La verdad es que son cifras peores que las de dos años antes, pero no cabe la menor duda de que se trata de facturaciones que permiten que el sector siga adelante y que las empresas que se dedican al negocio del vino siguen teniendo la capacidad de conseguir todo lo que se propongan. Y tienen todavía un margen de mejora más que considerable.
Un negocio que tenga que ver con el vino en España tiene, por definición, muchas posibilidades de ser rentable. Máxime ahora que parece que en nuestro país hemos recuperado el gusto por el consumo de este tipo de bebida. Hemos hablado con los profesionales de una entidad como Bocopa, una bodega que lleva muchos años trabajando en este sector, y nos han comentado que, en los últimos años, los resultados de su trabajo están siendo bastante positivos tanto en lo que tiene que ver con la producción como en lo que está relacionado con la facturación. Y lo cierto es que no puede haber una noticia mejor que esa en estos momentos para el vino nacional.
Un producto que consumimos fuera… y en casa
De sobra conocido es el hecho de que los españoles solemos acudir a bares y restaurantes a disfrutar de nuestros momentos de ocio. La verdad es que es una de nuestras señas de identidad y es una de las maneras que tenemos de degustar un buen vino. Pero lo cierto es que no solo consumimos este producto cuando nos encontramos fuera de casa. También es en nuestro hogar donde consumimos toda clase de vinos. Y es que un producto como este es ideal para cualquier momento en el que nos encontremos.
Desde luego, una cosa está clara: el gusto por el vino es algo universal, que suele ser apropiado para gente de diferentes características sociales, económicas y culturales. Nadie duda de que los momentos en los que estamos bebiendo vino son momentos en los que la alegría, el descanso y la felicidad caracterizan nuestra vida. Por eso el vino es sinónimo, en la mayoría de las veces, de salud. Y así lo va a seguir siendo. A nadie le cabe ninguna duda al respecto.
Resulta evidente que son muchas las personas a las que les gusta el vino y que desean seguir teniendo a mano un producto del valor del vino español, un producto que es de primera calidad viéndolo a nivel mundial. Está claro que los negocios que tienen que ver con este asunto son rentables porque la demanda de vino en España es bastante grande en los tiempos que corren. Y es que no cabe la menor duda de que los negocios que se dedican a esta labor saben de sobra que su mercado es fiel y que, incluso, puede verse aumentado de cara a los tiempos que están por venir.