Nos encontramos en un momento de la Historia en el que el ser humano tiene una responsabilidad directa para con el medio ambiente, una responsabilidad que no puede eludir y que tiene que asumir hoy mismo. Todos y todas sabemos que el consumo de materiales como lo son el plástico o los combustibles fósiles no puede seguir al ritmo que venimos protagonizando en los últimos años porque, de lo contrario, en menos de 4 décadas vamos a experimentar las consecuencias. Desde luego, hay que tener claro que todos tenemos que aportar nuestro granito de arena a la causa. Si no, tendremos problemas, como decimos, más pronto que tarde.
Una de las cuestiones que se están barajando y contra la que ya se ha emitido una legislación bastante interesante tiene que ver con la prohibición de las bolsas de plástico que no sean biodegradables. Es algo que seguro que muchas de las personas que habéis empezado a leer este texto habéis escuchado en los medios de comunicación. Y un negocio como lo es la moda, que es puntero en un país como lo es España, tiene que estar a la vanguardia en todo lo que respecta a este asunto.
La moda tiene que abanderar el cambio en lo que respecta al uso de bolsas de plástico. Muchos negocios relacionados con nuestro sector ya han apostado por el uso de bolsas de plástico biodegradable, una necesidad de nuestra Tierra y que pronto va a ser una obligación. Los profesionales de una entidad como Bioplásticos Genil, productores de bolsas biodegradables, nos han comentado en una charla que hemos mantenido en los últimos días que ha crecido el número de empresas dedicadas al negocio de la moda que han apostado por este tipo de productos en pos de fomentar su responsabilidad social corporativa.
Una noticia que fue publicada en la agencia de noticias Europa Press informaba de que España va a prohibir todas las bolsas de plástico que no sean biodegradables en el año 2021 y que, además, ya es obligatorio cobrarlas en todos los establecimientos. Es una medida que, aunque no ha gustado a determinadas personas, es defendida por otras tantas y que es concebida como algo necesario por parte de una buena mayoría de nuestra población. Y es que no es para menos. La Tierra nos demanda compromisos así para seguir viviendo. Si no cumplimos con ello, nos vamos a arrepentir.
De hecho, son muchas las personas que se están movilizando para tratar de concienciar a la gente de que ‘no tenemos un planeta B’. Lo hemos visto en manifestaciones en Madrid, por ejemplo. Y también lo estamos viendo a través de Internet, por ejemplo, en el portal web Change.org, en el que una petición pretende que las únicas bolsas de plástico que se realicen y se utilicen sean biodegradables. Es una cuestión que, como hemos comentado, depende de la responsabilidad del ser humano. Una responsabilidad de la que no nos podemos deshacer, más que nada porque de nuestros actos dependerá la vida de nuestros hijos e hijas.
Un cambio que tiene que ser rápido
Necesitamos que haya celeridad en los procesos que venimos comentando a lo largo de estos párrafos. Es evidente que sabemos que no se puede cambiar una cuestión como esta de un día para otro, pero no nos podemos entretener demasiado porque necesitamos una intervención urgente. Y ese es el motivo por el que los diferentes gobiernos, sobre todo de un entorno como lo es Europa, se han puesto manos a la obra para legislar y prohibir las bolsas de plástico contaminante en 2021.
La medida generará un impacto positivo en nuestro medio ambiente, pero hay que tener en cuenta que la lucha medioambiental depende de otro ramillete de cuestiones del que no nos podemos olvidar. Por ejemplo, necesitamos que el consumo de combustibles fósiles descienda, algo por lo que ya se está peleando en diferentes entornos y ante lo que también se han emitido legislaciones. El desperdicio de agua es otro de los puntos que habrá que tratar más pronto que tarde. Y es que, como vemos, las amenazas pueden venir desde diferentes lados. Estar prevenidos en cada uno de ellos es fundamental para que no se nos vaya este asunto de las manos.
En los próximos años, todo debe haber cambiado de una manera radical para garantizar que la vida sigue siendo posible en nuestro planeta. Vivimos en un entorno que, a día de hoy, es muy peligroso. La contaminación acecha y nuestros cuerpos lo notan. Por eso hay que intervenir y hay que hacerlo a la mayor brevedad posible. Hay motivos más que de sobra para estar preocupados. Pero también hay una mayor concienciación con el paso de los días. Porque las cosas de las que estamos hablando son reales y nos afectan de una manera directa.