Viajar siempre es una decisión acertada. Es cierto que, según las circunstancias y la economía de cada cual, a veces se puede viajar más y a veces menos. Eso está claro y contra eso poco se puede hacer. Pero de lo que no cabe duda es de que viajar es una de las mejores maneras de emplear el dinero. Acudir a un sitio al que nunca hemos ido nos puede ayudar a conseguir una visión mucho más global del mundo y a combatir males nocivos para nuestra sociedad como lo son el racismo o el fascismo.
En España, tenemos la gran suerte de tener una cantidad de tesoros asombrosa en lo que tiene que ver con cultura y con historia. Eso es lo que hace que este país sea uno de los más visitados de todo el mundo, haciéndole frente a una máquina de hacer turismo como lo es Francia y superando en pleno año 2019 a un país como Estados Unidos, un gigante al que parecía que no íbamos a superar jamás. Esto hace que podamos presumir y sacar pecho de nuestra tierra, algo que por desgracia no suele ser habitual en otro tipo de actividades.
Dentro de ese amplio abanico de lugares de los que España puede presumir, hay varias zonas que pueden destacar por encima de las demás. Una de ellas es, sin duda, una comunidad autónoma como Andalucía, que es una auténtica referencia a nivel mundial en lo que a turismo se refiere. Y es que esta es la zona en la que se produce una perfecta combinación entre lo que es ese buen clima que caracteriza a España (ciudades como Marbella, Sevilla o Córdoba así lo demuestran) con los monumentos históricos que le pueblan (las dos últimas ciudades que hemos comentado valen perfectamente como ejemplo de esto también).
Lo mejor es poner ejemplos que pongan en evidencia la potencia que tiene, por un lado, Andalucía. Una noticia publicada en el diario El Economista en enero del año pasado aseguraba que el turismo había dejado en Andalucía durante el año anterior un total de 20.500 millones de euros, una cifra que deja claro que Andalucía es una referencia a la hora de viajar (tanto para gente española como procedente de otros lugares) y que demuestra a su vez que el interés que suscita esta región sigue creciendo con el paso de los años.
Vamos a centrarnos en un punto mucho más concreto de la geografía andaluza y del que ya hemos hablado a lo largo de este artículo. Hablamos de Sevilla, una ciudad que, según los datos que fueron publicados después del primer semestre del año pasado por la agencia de noticias Europa Press, hizo un récord al conseguir llegar a los 1’46 millones de viajeros, muchos de los cuales eran españoles. La capital hispalense es, desde luego, un punto de los que más destacan de la geografía española. Y lo ha conseguido or méritos propios.
Visitar Sevilla es algo que, como mínimo, os recomendamos hacer al menos una vez en la vida. Desde luego, está claro que la capital hispalense es capaz de llamar la atención por sí sola. Los responsables del Mercer Sevilla, uno de los hoteles de 5 estrellas de la ciudad, nos han comentado recientemente que muchos de sus clientes incluso repiten una vez que han visitado una ciudad con tanto encanto como esta. Sabiendo esto, ¿cómo no os íbamos a recomendar que acudierais a un lugar como este?
Algo que va mucho más allá del clima
Multitud de personas visitan Sevilla y Andalucía también atraídas por el buen tiempo que las caracteriza. Pero no es esta la explicación al hecho de que tanta gente acuda hasta las diferentes ciudades y municipios de esta región durante todas y cada una de las épocas del año. La cultura y la historia que se pueden sentir de primera mano en estos lugares es lo que, de verdad, explica el éxito en materia turística de estos lugares. El mérito que esto tiene es muy grande y nadie puede discutir eso.
El turismo se ha convertido, ya de manera oficial y evidente, en el motor de la economía española. Por eso es importante que todos y cada uno de nosotros contribuyamos a cuidar de nuestro entorno y a conocer más en profundidad todas las maravillas que tenemos. Descubriremos lugares que ni siquiera pudimos imaginar que correspondieran a nuestro país. Y la verdad es que son este tipo de cosas las que hacen que la gente sea, al menos, un poco más feliz. Y no puede haber una cosa que nos llene más de orgullo.